viernes, 6 de noviembre de 2009

La casa de la fuerza. Angélica Liddell

Anoche estuve en el Matadero y ví muerte. Matadero - La casa de la fuerza, me parece tan simbólico. Cuando veo a Angélica Liddell en acción paso momentos de pánico, otros en que me siento el dolor y la desolación de quedarme huérfana y al momento como si me estuviesen dando puñetazos en el estómago dentro de un ring, sangrando por la boca. Tengo que cubrir mi boca y mi mejilla con la mano para soportar los mazazos que recibo al escucharla. A mí me gusta que me hagan sentir cosas, bonitas o duras, sentir… Angélica Liddell nunca te deja indiferente, te pone a prueba, te arrincona contra las cuerdas. Tengo dentro todavía los posos de sus hermosas y certeras palabras y las preciosas imágenes a pesar de su dureza, permanecerán largo tiempo en mi cabecita. Como siempre, me dejó con la boca abierta y el corazón desgarrado. Gracias Angélica

1 comentario:

Gracia Iglesias dijo...

Espero que ya se te haya pasado ese otro dolor más físico que no te produce Angélica, sino los potros de tortura del Matadero. Me encantó veros ayer, aunque estuviera en ese estado de embriaguez nebulosa que me produjo el encuentro con mi idolatrada Abramovic. Esta es otra que nunca deja indiferente, ni siquiera cuando no actúa.
Besos míos y de tu "hermano Ikea"